Fabuloso anuncio de los años 60 en los que nos cuentan las bondades del mando a distancia, empezando por la posibilidad de tener un televisor sin aristas, sin feos botones, casi como un cuadro y siguiendo por la posibilidad de retocar la imagen al gusto del consumidor desde el propio mando, algo que curiosamente ha ido desapareciendo con el tiempo en nuestros mandos a distancia modernos.
El anuncio alaba las posibilidades de variar el color, que son vendidas como algo maravilloso que te permite ver los prgramas incluso en blanco y negro si así lo deseas, lo que me lleva a preguntarme si realmente la aparición del color en televisión pudo resultar algo molesto para algunos de los espectadores y que estos pudieran plantearse la posibilidad de seguir viendo la televisión así.
Y muy ecológico, pues no se olvida de explicarte cómo apagar el botón que conecta la televisión con el mando para que estés seguro de que ambos están perfectamente apagados.
¡Mataría por tener un televisor y un mando a distancia así! ¿Y lo que hay al lado de la tele es una cachimba? :S