Esta noche he visto el primer programa resumen del nuevo OT que emitirá Telecinco. El programilla en si mismo no da mucho de si para comentar como producto televisivo pero si como producto social. Es increíble ver todo lo que se mueve en torno a un programa como este, las diferentes tipologías de aspirantes y lo que supone formar parte del equipo de casting. Durante un rato estuve pensando en lo genial que debía ser formar parte del equipo, por mucho que sean interminables horas de trabajo ¿al fín y al cabo en qué profesión no hay días así? A cambió ¡que ataques de risa tan geniales han debido tener con las cosas que allí han visto! Aunque claro, esto tiene otro punto de vista, el de aquellos que dan risa pero convencidos de que cantan y bailan fenomenal y tienen un verdadero futuro en el mundo del espectáculo ¡que terrible tener que sacarles de su error con un simple: no eres lo que buscamos! que duro saber que estas acabando con la ilusión sincera de mucha gente que cree poder cambiar su vida gracias a un programa de TV pero de forma decente, con esfuerzo y trabajo, no como otros tantos mindundis que se ganan la vida en el medio insultando, criticando con malicia e incluso mintiendo.
Debo confesar que algunos de los aspirantes me han enternecido, como la canaria que había venido sola a Madrid a sus 18 años y que no tenía a quién abrazar para celebrar su pase a la siguiente fase, o el chico que no se separaba del móvil para mantener a su abuela al tanto de todo lo que le iba ocurriendo. Y por supuesto el «chico para todo? que busca otra manera de ganarse la vida o el padre separado que quiere labrarse un futuro por su hija, aunque no viva con ella… es lo mejor de cada uno a flor de piel contado con maestría para conseguir su finalidad: enternecer al espectador con el día tonto como yo…
Luego estaban también los que no saben perder y hablan de enchufados, falta de claridad en la convocatoria… pero de esos no me apetece hablar.