Cuando llevo todo el día leyendo insistentes rumores de que la serie de Telecinco Tirando a dar podría estar viviendo sus últimos días, también me entero de que la serie Commander in Chief está pasando un mal momento en la televisión americana. No es un consuelo ver que en todas partes tienen el mismo poco respeto por el espectador pero ayuda a entender el negocio.

La serie, protagonizada por Geena Davis en el papel de presidenta del gobierno de los EE.UU. en funciones, lleva toda la temporada sufriendo numerosos contratiempos: su productor ha cambiado en tres ocasiones (la segunda de ellas para poner a Steven Bochco), ha sido retirada de la parrilla durante tres meses, y ha vuelto en medio de la temporada y compitiendo con dos pesos pesados de la programación como Sin Rastro y Urgencias. Con este panorama y la audiencia de 1’8% de share de su última emisión, no es de extrañar que los tres episodios restantes de la temporada hayan quedado relegados hasta nueva orden.

Lo más relevante de toda esta historia es que La Sexta se ha hecho con los derechos de la serie (también la emite People&Arts), y a un precio nada despreciable según contaba la revista Variety en su artículo sobre House, unos derechos que pueden acabar rentando muy poco si la serie no termina de cuajar y se queda en una sola e inconclusa temporada.