No había visto una noticia irrelevante más sonada desde que el último concursante de Gran Hermano le puso los cuernos a su ex-novia… y perdón por las comparaciones que ya sé que son odiosas.

Pero es que me llama poderosamente la atención la resonancia que en todos los medios está teniendo la sustitución de Merrin Dungey por Audra McDonald en Private Practice. Ya solo la lectura de la frase sonará irrelevante para un altísimo porcentaje de las personas que lean los medios televisivos habituales, pues ni la serie se ha estrenado en España, ni tan siquiera ha sido adquirida por cadena alguna, es más, en EE.UU. apenas han rodado los episodios y sólo está comprometida la producción de la primera temporada a expensas de sus resultados de audiencia que, como siempre, pueden llevar a la serie a una segunda temporada, a un final sin pena ni gloriao a una precipitada cancelación.

Pero no es sólo eso, es que tanto Merrin Dungey como Audra McDonald son actrices bastante poco conocidas en nuestro país, pese a tener una prolífica carrera. La primera es conocida por su papel como Francie en Alias y alguna aparición en Malcolm y la segunda es sobre todo conocida por sus interpretaciones teatrales pero no son grandes conocidas del público español. ¿A qué viene tanto revuelo entonces?

Llama la atención este sobresalto cuando hace apenas una semana esos mismos medios daban la noticia de que Cuatro estrenaría Cinco Hermanos y todos se apresuraban a incluir en la información una fotografía de las distribuidas al comienzo de la producción en la que no aparecía Sally Field, por no formar parte aun del casting. En su lugar, una Betty Buckley rubia y robusta ocupaba el lugar de matriarca sin que nadie pareciera darse cuenta del cambio.