Después de Gossip Girl, Private Practice es la segunda serie en conseguir la renovación para la temporada completa en una prueba de que los malos augurios no se han visto relejados en la audiencia.

La serie ha conseguido hacerse un hueco, alejada del clásico concepto de serie de médicos, con un estilo completamente distinto, unos casos más cercanos a las personas que a la práctica médica y unos protagonistas que poco a poco van mostrando sus personalidades y van calando en el espectador.

Nuevamente Shonda Rhimes ha conseguido tocar la fibra sensible de la audiencia y creo que está captando una parte de esa audiencia de Anatomía de Grey que se queja de como esta está evolucionando y como ya no es lo que era. Esperemos que Anatomía recupere la chispa y que Private Practice siga por esta senda que sin duda le está dando excelentes resultados.