Como muchos ya me habréis leido anteriormente, la hora a la que termina Operación Triunfo cada semana no ayuda mucho a los que tenemos que madrugar (y no es tanto la hora en sí misma, como la cantidad de cortes publicitarios hacia el final de la gala que hacen imposible aguantar sin dormirse), razón por la que alguien como yo nunca termina de ver el programa, sobre todo porque la cadena tiene la amabilidad de ofrecere la gala completa después en su página web y me resulta fácil retomar lo no visto.

Sin embargo, yo sigo siendo una romántica televisiva, chapada a la antigua, de las que piensan que hasta una cosa tan tonta como Operación Triunfo tiene un punto de emoción e intriga que merece la pena conservar y que debe cuidarse en todas sus ventanas de exhibición, por supuesto en televisión, donde el directo evita posibles spoilers, pero también en la propia web, donde quienes no hemos podido o querido ver el programa en televisión tradicional, aspiramos a ser tratados igual de bien por la misma empresa que ofrece la versión online.

Todo esto viene a cuento por la forma en que Telecinco ofrece el programa de OT al día siguiente de su emisión, titulando las piezas de vídeo donde están las nominaciones con los propios nombres de los nominados, algo que me molesta personalmente como espectadora que no quiere fastidiar a la cadena no viendo su programa en la tele, sino que aspira a disfrutar de las posibilidades que le ofrecen para completar una experiencia televisiva que, a altas horas de la noche, es difícil de seguir.

Entiendo que es complicado compaginar las necesidades de aquellos que acuden a la web para informarse de un rápido vistazo de todas las novedades de un programa que no han podido ver o quieren recordar, con las de aquellos otros que no sabemos qué ha pasado y queremos usar los vídeos a modo de emisión en tiempo real, pero tiene que haber una manera de contentarnos a todos.