AVISO SPOILERS: Esta entrada contiene spoilers del último episodio de CSI emitido en Telecinco.

¿Por amor? ¿Grissom lo deja todo por amor? Esto si que no me lo esperaba.

Este pasado lunes en Telecinco pudimos ver el último episodio de William Petersen en la serie que le ha hecho famoso con el personaje de Gil Grissom, un científico con problemas en sus relaciones personales, introvertido y complicado, a quién solo le hemos conocido tres intereses románticos en todo este tiempo: una colega de otro estado a la que recurrió en un par de ocasiones para que le ayudara con un caso, Lady Heather, una madamme experta en el mundo del sado que pasó de siniestra a encantadora en la interpretación de un papel recurrente y Sara Sidle, compañera de trabajo con la que se supone que tenía una cierta tensión sexual, pero que a mí personalmente me sorprendió sobremanera cuando supe de su relación.

Hastiado ya de tanta muerte violenta y triste por la marcha de su último amor, no sorprende su marcha, pero si que la última escena que nos ofrezcan sea la de un Grissom romántico cruzando la selva de Costa Rica para reencontarse con Sara descubriéndonos que, al final, su intención primera al abandonar el CSI no es otra que buscarla a ella. En mi opinión, demasiado ñoño para Grissom y poco coherente con su personalidad.

Puedo llegar a entender que la evolución del personaje le hiciera dar más importancia a su vida personal que al durísimo trabajo del turno de noche de un equipo forense, pero me hubiera creído mucho más que lo hubiera hecho por cualquiera de las otras dos mujeres con las que le hemos visto involucrado, que con una Sara Sidle triste y sosa. Verdaderamente, si esto fuera la vida real, apostaría a que Grissom se aburre enseguida.