El paso de Los misterios de Laura por la parrilla de TVE es, sin duda alguna, un misterio más intrigante que aquellos que investiga la propia protagonista. En su momento, se estrenaba como una interesante apuesta de ficción de producción propia: las desventuras de una madre de familia recién separada, con dos pequeños a su cargo y una difícil carrera de investigadora en la policía en la que podía lucir sus dotes de observación y valía profesional. La serie no era una maravilla, ni parecía que fuera a cosechar grandes premios, pero era entretenida y estaba bien hecha, encajando en un público maduro y familiar como pueda ser el de TVE.

Sin embargo, no triunfó y, en los tiempos en los que aún eran importantes las audiencias en TVE, apenas se emitieron seis episodios. Pero llegó el verano y la serie se retomó, logrando unos datos mucho mejores y suficientemente interesantes como para pedir la producción de una segunda temporada… y meterla en un cajón.

Y ahora por fin, la serie sale del cajón, dos años después de haber sido estrenada por primera vez, con un planteamiento en la cadena completamente distinto y que, sin lugar a dudas, favorecerá su éxito, pues nadie niega ya que la ausencia de publicidad en la cadena es una de las ventajas competitivas de cualquier producto en el prime time de TVE. Además, la serie vuelve con la sensación de haber estado siempre con nosotros, al menos entre quienes practicamos el sano ejercicio del zapping constante y nos hemos ido encontrando con la emisión de los episodios de la primera temporada prácticamente a diario en TVE HD en pruebas.

La semana que viene, tan pronto acabe La República, Laura y sus misterios volveran a TVE, esta vez más centrados en los casos policiales que se investigan que en los problemas personales de la protagonista, su familia y sus dificultades para compaginar vida laboral y familiar. Seguro que funciona mucho mejor que en su primer intento.