La noticia televisiva del dia es, sin duda, el rescate de los mineros chilenos que, desde hace horas, van siendo elevados a la superficie, tras pasar más de dos meses atrapados en la oscuridad de la mina.

Muchas son las personas que hoy han criticado esta exposición mediática, el cómo todos los medios están aprovechando las imágenes que vienen desde Chile para retransmitir minuto a minuto lo que podría haber sido una desgracia terrible y que, sin embargo hoy, parece que no será más que un mal recuerdo. Una retransmisión que además es multicámara, con todo detalle, tanto dentro como fuera de la mina. Solo les ha faltado incluir una minicámara en la propia jaula en la que suben a los mineros.

Entiendo que el seguimiento es algo morboso, que no debería ser mucho más que una noticia en informativos y periódicos, salvo en su propio país, claro pero ¿hay algo más bello y noticioso que poder asistir en directo a un rescate en el que todo indica que todo saldrá bien?

Hemos asistido a la tragedia de que quedaran atrapados, a las noticias del posible rescate por medio de un sistema tan básico como hacer un agujero y tirar de una polea, hemos visto cómo construían la jaula y como mientras tanto los protagonistas se comunicaban con sus familiares a través de imágenes y sonidos hasta hace poco imposibles de lograr en las circunstancias en que se sucedía todo. ¿Cómo no vamos a querer verles salir de ese agujero y reencontrarse con sus familias? Es el espectáculo perfecto de final feliz y doy gracias que por una vez en mucho tiempo todo el mundo esté pendiente de unas imágenes alegres, de un accidente que acaba bien y de unas familias que, por muy dura que haya sido su vida o vaya a ser en las circunstancias que su profesión les obliga a trabajar, hoy tienen el mejor premio del mundo, el de tener vivos a sus seres queridos.

ACTUALIZACION: Pues si que hay una cámara en la cápsula, aunque no muestra al minero que asciende sino el angosto espacio por el que asciende.