Ayer estuve viendo un rato la tertulia que organizan en Está Pasando en torno a Supervivientes, y debo reconocer que apenas conocía a los famosos que han enviado a medio morir de hambre para disfrute de una parte de la población televidente nacional.

Modelos sudamericanas que no he visto en mi vida, presentadores de canales autonómicos que supongo serán sólo conocidos en su región y algún famosillo que lo fue hace más de veinte años que y que estará necesitado de dinero. Basta con decir que los más famosos del lugar son Karmele Marchante (irreconocible sin sus pintas habituales y comida por los mosquitos) , Joselito (el pequeño ruiseñor, no el torero) y un Leo de Operación Triunfo, que es aun más soso ahora que entonces y encima aquí no está obligado a cantarse algo todas las semanas.

Dado este panorama inicial, no sé si es que los famosos de categoría no están por la labor de ir a sufrir picaduras de mosquitos que parecen vampiros, pasar un hambre atroz, hacer pruebas físicas que acabarían con la resistencia de cualquiera bien alimentado o si simplemente es que pagan muy poco, pero es evidente que el nivel de famoseo del programa ha bajado mucho. Y puestos en esta situación, me pregunto si no tendría la misma audiencia un programa así llevado a cabo con gente normal, como lo fue en su momento el primer Supervivientes, al que todavía recuerdo haber estado enganchada, donde apetecía ver el grado de habilidad de los protagonistas, su capacidad para buscar la comida, para hacerse un espacio agradable donde vivir y por supuesto la convivencia. Todavía me acuerdo de aquella bruja de pelo negro que no había manera de expulsar y que llegó hasta el final…

Con esta vuelta a los orígenes, al menos se le quitaría la sensación de «no hemos encontrado famosos mejores» que tiene esta edición y se podría trabajar un poco la búsqueda de perfiles y dinámicas de grupo que favorecieran el espectáculo televisivo, independientemente de que luego este nos guste o no. Acabaría siendo más parecido a un Gran Hermano, que ha demostrado seguir estando vigente y, aunque es posible que limitara su emisión y no pudiera ubicarse en la parrilla inmediatamente después de finalizar aquel como ha sido el caso (o si, pues no es la primera vez que hacen Gran Hermano-La casa de tu vida) creo que el producto televisivo ganaría en apariencia de calidad.