Ayer por primera vez vi un episodio de Hermanos y Detectives (es lo que pasa cuando está mamá en casa y no puedes poner las series en inglés). Los domingos son siempre día de Tele-P2P pero, enfrentada a la realidad televisiva nacional, me pareció que podía darle una oportunidad a esta serie, aunque sólo fuera como acompañamiento de fondo.

Y la cuestión es que, después de haber visto varias promos, y en especial las de lanzamiento de la serie, el producto no tiene mucho que ver con la imagen que me había formado de el. Sobre todo por una cosa muy sencilla, la presencia de Rodrigo Noya no es ni la mitad de lo atorrante que yo pensaba, porque apenas protagoniza la serie. A la vista de esas primeras promos que comento, yo siempre creí que los hermanos eran protagonistas en igual medida y, como nunca me han gustado los niños prodigio y mucho menos si representan un papel de super listos, la posibilidad de que me entretuviera esta serie era más bien remota.

Sin embargo, el personaje del crío no es en absoluto un protagonista, al menos no lo era en el episodio de ayer y, salvo dar un par de pistas importantes para la resolución del caso y marear a los compañeros con sus perogrulladas, su personaje se deja llevar.

¿Por qué entonces ese interés en hacernos creer que el personaje del niño era tan importante? ¿Por qué esas noticias hablando de la negativa de Diego Martín a protagonizar la serie si el personaje del niño no era el mismo que en la versión argentina? ¿Cuantas personas en mi misma situación no le habrán dado una oportunidad a la serie? Pero si hasta la publicidad que lleva el contenido de la serie en la web de telecinco es para un público infantil (High School Musical 2). Cosas que nunca entenderé del maravilloso mundo de la autopromocíon.