Me gusta como las televisiones americanas buscan la audiencia sin importarles si el tema de moda les pertenece o corresponde a una cadena rival y debería silenciarse, para no dar publicidad a quienes cada día luchan por el mismo share que ellos. Lo vemos mucho en los programas nocturnos, con invitados de cualquier condición, que buscan promocionarse en otras cadenas que a su vez buscan estar a la última en actualidad, pero también lo vemos en otros programas del día, como el show de Oprah.

Evidentemente, nadie puede hacer sombra a la mujer más influyente de America, con permiso de Angelina Jolie, y por eso ella no tiene miedo de llevar a su terreno a cualquiera de las grandes estrellas de otras cadenas, como el caso de Jay Leno, que pasará por el saloncito de la más grande para dar su versión del affaire con Conan e intentar mostrar su mejor cara ante el mayor número de personas que puede congregar un programa de televisión a las cuatro de la tarde. La ABC no corre ningún riesgo, es más, se apuntará un gran tanto de audiencia, seguro, y Leno busca así limpiar su maltrecha imagen.

Es sin duda una entrevista que dará la vuelta al mundo, donde Oprah tendrá que mostrar sus cartas o, al menos, ser muy incisiva con el asunto, o puede desaprovechar una gran oportunidad de afear la conducta profesional de un compañero que ha campado a sus anchas por la NBC haciendo y deshaciendo a su antojo y que ahora parece querer echar toda la culpa a la cadena.

Es muy probable que entre unos y otros se hayan dado cuenta de que todo este lio ha dañado la imagen de presentador y cadena y, ahora que Conan ya está fuera y Leno tiene reservado el sitio para volver en marzo, queda el duro trabajo de recuperar la credibilidad perdida y esperar que, aunque solo sea por simpatía, la gran mayoría de espectadores no se marchen corriendo allá donde sea que recale Conan. Será una batalla digna de estudio y que despertará mucha curiosidad. La primera batalla se libra con Oprah.