Mediaset ha tenido que salir a defenderse de las numerosas críticas que ayer acusaban a sus dos cadenas de no haber interrumpido su programación para informar del atentado terrorista de Niza. Mientras el resto de las principales cadenas de televisión dejaban de emitir su programación habitual para conectar con los servicios informativos y dar amplia cobertura a lo ocurrido, algunos con imágenes muy explícitas y también muy criticadas, como el caso de La Sexta, otros con mayor respeto, tanto a las víctimas y sus familiares como a la propia audiencia, Telecinco y Cuatro seguían adelante con la emisión de Supervivientes y CSI respectivamente.

En su defensa, Mediaset ha emitido una nota de prensa en la que afirman literalmente que «su misión es informar y no angustiar» y que interrumpieron la programación en varias ocasiones para dar la última hora del suceso.

He de decir que yo anoche agradecí que Mediaset mantuviera su programación habitual pues, tras los primeros minutos de horror y nudo en el estómago, no necesitaba ver más, ni hacer un seguimiento de la noticia al segundo, algo que por otra parte podía hacer en Twitter, con mayor tranquilidad además, consciente de que las personas a las que sigo son gente centrada y respetuosa que no iban a ofrecer ninguna imagen escabrosa. Pocos minutos antes de irme a dormir, agradecí los enfrentamientos idiotas de los concursantes de Supervivientes y cuando no podía dormir, incluso el episodio repetido de CSI. Aún así, me costó conciliar el sueño.

Si en algo falló estrepitosamente Mediaset anoche, al menos en mi opinión, fue en no informar de que el debate de Supervivientes era grabado, pues es muy cierto que ver a Sandra Barneda bailando animada inmediatamente después de volver del boletín informativo en el que se daba cuenta del atentado, era bastante surrealista y muy poco considerado. Hubiera bastado con incluir un rótulo que dijera «Este programa es grabado» para que muchos no nos hubiéramos llevado las manos a la cabeza con la incapacidad para adaptarse a las circunstancias. La propia Sandra Barneda así lo hacía constar en su cuenta de Twitter, pero claro, no todos los espectadores del reality son activos usuarios de redes sociales o siguen a la presentadora.

Aparte de eso, interrumpir o no la programación, cancelar la emisión de lo que estaba previsto y pasar a hacer un informativo precipitado, es una decisión editorial que corresponde solo a la cadena, que optó por continuar con una apuesta de puro entreteniemiento, con una alternativa al seguimiento del horror presente en el resto de cadenas. Nos puede gustar más o menos, podemos compartirla o no, pero es una opción, que algunos agradecimos. Es más, no quiero ni pensar a qué extremos podríamos llegar si Atresmedia y Mediaset decidieran competir por esta audiencia también.