Vaya mesecito de estrenos estamos teniendo, entre lo que ya veía, lo que quiero ver y lo que no pensaba ver pero leo y me apetece, se me va a poner el culo no os digo cómo de pasar tantas horas sentada… eso si ¡Cómo me lo paso! ¡Y lo que nos queda!

He visto por fin Pan Am, una de las más promocionadas antes de su estreno, una de las grandes apuestas de la ABC, la que han dado en llamar el Mad Men de las azafatas, por el momento solo por que la acción se desarrolla en la misma época.

La verdad es que tanto hype antes del estreno hacía presagiar que, una vez más, el resultado sería decepcionante y no cubriría las expectativas, pero he de decir que en absoluto, este piloto (nunca mejor dicho) está muy a la altura de lo esperado. Tiene ritmo, presenta estupendamente a los personajes, la puesta en escena no puede estar más cuidada y, por el momento, no ha habido un solo personaje que me haya parecido plano o mal interpretado.

A riesgo de engordar las expectativas y generar alguna decepción, creo que es un primer episodio redondo, como deben ser… aunque a veces tengamos la manía de decir «es flojito, pero tienen que evolucionar» No, el piloto no puede ser flojito, es tu carta de presentación, tienes que darlo todo y Pan Am lo hace.

Después de las buenas sensaciones generadas por las chicas del uniforme azul, decidí echarle un vistazo a Revenge, una de esas series que me habían pasado desapercibidas, a pesar de la gran cantidad de caras conocidas que hay en su reparto, hasta que un día caí en este post que ya he referenciado anteriormente y decidí que debía darle una oportunidad, y eso que no decía grandes cosas, pero dejaba entrever interés. Luego he descubierto que a las chicas Bytheway también les ha gustado mucho.

Y así ha sido, Revenge es como los grandes culebrones de los años 80-90, con una Madaleine Stowe haciendo de mala malísima, como debe ser, y un alter ego femenino encarnado en Emily VanCamp que, pese a no gustarme mucho su eterna cara compungida, si tiene un aire decidido y un pasado complicado que la convierten en atractivo personaje.

Es la clásica serie en la que todo el mundo tiene un secreto, en la que los malos son muy malos y los buenos están a punto de dejar de serlo. Todos son además muy millonarios y veranean en Los Hamptons, destino vacacional pijo de primer órden que hemos aprendido a identificar, entre otras series, gracias a Gossip Girl. Una pena que no se una serie CW, porque ya estaba viendo a Blair y Chuck haciendo un cameo, aunque tengo la impresión que sus maldades son auténticas niñerías al lado de lo que estos se traen entre manos.

Hablando de The CW, he visto otros dos episodios de Ringer y la cosa no mejora, pero entretiene. Eso si, el diseño de vestuario es firme candidato a los Ratzies.

Suma y sigue…