Hace mucho tiempo que las cadenas de televisión españolas intentan tener éxito con series norteamericanas, pero no logran que estas alcancen cotas de audiencia que justifiquen su emisión. Tras el éxito de CSI en Telecinco, ahora venido a menos y maltratado precisamente por ello, y los prometedores arranques de Cuatro y La Sexta como adalides de este tipo de contenidos, parece que la apuesta se ha ido enfriando y ahora es difícil que algunas de estas piezas consigan competir en igualdad de condiciones que las series y otros programas de producción nacional.

Como tantas cosas en televisión, esto se convierte en una pescadilla que se muerde la cola y, cuanto menos funcionan, menos se emiten y más se mueven por la parrilla, haciendo imposible una fidelización y menos aún un conocimiento suficiente de la oferta.

El próximo intento en este sentido (hablando siempre de canales mayoritarios, no tanto de las TDT, que tienen una muy decente oferta de ficción americana) viene de la mano de Telecinco con una de las series más exitosas de la temporada en ABC: Revenge.

La serie está protagonizada por una, a mi entender, muy sosa Emily Van Camp en el papel de jovencita con ansias de venganza envuelta en un bello papel de inocencia. Junto a ella, una Madaleine Stowe fabulosa en su interpretación de fría dama de los Hamptons recauchutada y botoxeada. A su alrededor, numerosos secundarios que se verán utilizados por estas dos brujas enfrentadas por el pasado en otro más de esos que yo llamo culebrones con presupuesto y que es un gusto ver (aunque a veces sus chromas de mercadillo nos sonrojen).

Anunciada en Telecinco desde hace ya algunas semanas como «Proximamente», comentado que podría ir en emisión los lunes junto a CSI, hoy por fin hemos conocido cual será su verdadera ubicación en parrilla, que no es otra que los fines de semana después del informativo mediodía y antes de Qué tiempo tan feliz. Si la hora y día de emisión de un programa son elementos clave en los resultados del mismo, esta vez puede que Telecinco haya dado en el clavo.

Revenge es como una de esas películas «basadas en hechos reales» que tienen por costumbre emitir los fines de semana, esas películas que es mejor no ver comenzar y evitar así el riesgo de quedarnos colgados entre el sueñito de la digestión y Melissa Gilbert, un riesgo real del que seguro más de uno no se ha recuperado hasta que es demasiado tarde y se da cuenta de que ha perdido tontamente dos horas de su tarde. Pues Revenge es como esas películas, pero mejor, tiene todos los elementos de esas películas, pero mejores y a Madaleine Stowe ¿hay algo mejor?