No me gustan los humoristas, me puede llegar a hacer gracia algún sketch concreto y reconozco que los hay fantásticos y algunos incluso son historia de la televisión pero aun así, no me gustan. El principal problema que tengo con ellos es que me cansan, son como el típico amigo graciosillo con el que te ríes, pero al que acabas detestando cuando no puede dejar su papel de chistoso y todo se lo toma a cachondeo.

Pero yo debo ser un bicho raro porque, desde siempre, la televisión en España ha sido cuna de grandes humoristas que han triunfado en audiencias año tras año: Gila, Tip y Coll, Martes y Trece o los más recientes Faemino y Cansado, Los Morancos o Chiquito de la Calzada. Grandes nombres de la televisión que han vivido de hacernos reir noche tras noche, lo mismo en programas de variedades, de esos que prácticamente han desaparecido, que en formatos exclusivamente diseñados para su lucimiento personal.

En este último apartado cabría ubicar a Carlos Latre, un divertido imitador que hizo las delicias de muchos de los incondicionales de Crónica Marcianas y que, desde entonces, no termina de encontrar su sitio. Ni con Latrelevisión, ni en Maracaná, el programa resúmen de la jornada futbolística del recién nacido Cuatro, donde se la pegó, con todo el equipo todo hay que decirlo, pues más parecía aquello el antiguo Goles son amores presentado por Manolo Escobar y Loreto Valverde que el fantástico Día Después de Canal + que todos esperábamos.

Sea como sea, Latre no ha logrado dar el salto gordo a su carrera individual y la última piedra en el camino la encontró la semana pasada con el estreno de Replica, otro programa de imitaciones que Telecinco colocó en el Prime Time del viernes y que, sólo una semana después, ya anuncia su cambio a la franja previa (access-prime time) y una rebaja en su duración, que ahora será de media hora. Un cambio que sin duda favorecerá al programa, que nunca debió ser tan largo.

No cabe duda de que Latre es un hombre con suerte, tantos proyectos que no terminan de cuajar y al poco ya encuentra una nueva forma de intentarlo y la confianza de un canal para realizarlo. Con oportunidades como estas, da gusto ser un profesional de la televisión. A ver que tal le va esta vez.

Por cierto, lo que si tiene Carlos Latre es una fantástica página web donde todos los aficionados a su humor pueden pasar largos ratos de ocio.