Seguramente Telecinco tenga un plan, pero lo cierto es que en este momento suena raro, muy raro, que hayan liquidado los programas de La cocina de Karlos Arguiñano que ya estaban grabados para el verano. Según Vertele, podrían haber metido los programas nuevos en un cajón, a la espera de que Antena 3 empiece a emitir los suyos y así hacerle la competencia directa a quién se ha llevado a una de sus estrellas (luego entraré en si es una estrella o no) pero esto no parece tener mucho sentido, toda vez que los menús de Karlos durante los meses de verano suelen hacerse directamente desde el set montado en la playa de Zarautz y no parece que tenga sentido emitirlos en septiembre.

Volviendo al tema de si Arguiñano es una estrella o no, las audiencias parecen indicar que su estrella podría haberse apagado, pues no solo ha sufrido innumerables cambios de ubicación en la parrilla durante el año, sino que su definitiva desaparición no ha modificado la audiencia de la mañana en Telecinco, donde se han limitado a extender el programa del verano y emitir Mujeres y hombres y viceversa hasta las 14:30.

Karlos Arguiñano es un excelente comunicador pero, si el motivo fundamental de su desencuentro con Telecinco ha sido económico, no creo que el precio que Antena 3 vaya a pagar por él compense, pues no es un driver de audiencia lo suficientemente potente como para justificar un desembolso que, en los tiempos que corren, no es fácil de justificar únicamente en términos de audiencia.

Si el motivo para fichar al cocinero es el de sumar un nombre que es sinónimo de calidad a la lista de personajes que se asocian a la cadena, entonces no hace falta justificar con datos el desembolso, o mejor dicho, no hay operación matemática alguna que permita saber si la inversión ha merecido la pena. En mi opinión personal, Antena 3 no necesitaba a Karlos Arguiñano pero, a veces, el miedo a que alguien mueva ficha antes que uno, es suficientemente poderoso como para gastar un dinero que no se tiene.