Esta es la afirmación que hacen algunas mentes pensantes a la vista de como está evolucionando el sector y como cada día surgen nuevas opciones de descargas previo pago. Según sus predicciones, en un futuro cercano toda la buena televisión será ofrecida bajo demanda y sin publicidad.
Yo discrepo de esta afirmación, creo que por mucho que evolucione la tecnología y por mucho que las productoras quieran ser dueñas de sus contenidos y puedan ponerlos a disposición del gran público sin contar con las cadenas, la mayor parte de la población no está dispuesta a pagar por cada programa, ni dispuesta ni muchas veces en condiciones de hacerlo, pues son muchos los que no pueden permitirse ese gasto extra. Algunos incluso podrían hacerlo a primeros de mes pero a partir del día 15 verian como la cuenta se acerca peligrosamente a los números rojos y deberían dejar la serie a medias, con la consiguiente pérdida de audiencia progresiva.
La televisión no puede renunciar a la gran masa de la sociedad que no va a pagar por ver la tele, pues al fin y al cabo da más dinero un anunciante interesado en llegar a ese nicho importante de población de lo que pueden dar unos cientos de miles de personas con alto poder adquisitivo.
Es innegable que la tecnología permite que el sector se dinamice, que cualquiera pueda llegar a todo el país con su producto, pero eso no significa que la televisión convencional financiada con publicidad vaya a desaparecer. Creo que el mercado se desdoblará en dos tipos de distribución, la de pago por programa, financiada con el importe por descarga que desembolsa cada usuario y la tradicional, financiada con anunciantes que ofrecen sus productos en los cortes correspondientes de la programación… y estos dos modelos coexistirán, lo mismo da que sea en televisión o en internet, pues el público al que van destinados es diferente e irrenunciable.
No debemos olvidarnos de que, además del modelo convencional y del modelo de pago por programa, está el modelo pirateo, híbrido de ambos y, para muhcos (no me incluyo) el verdadero futuro.