Maratón de series esta mañana y entre ellas los dos episodios crossover de Anatomía de Grey en los que Addison se da un paseo por Los Angeles y la clínica privada de su olvidada mejor amiga.
Lo cierto es que no esperaba que me fuera a entretener mucho, de hecho me daba hasta rabia tener que «desperdiciar» casi dos capíulos de los pocos que restan de temporada en algo que nada tiene que ver con la serie que realmente sigo y me gusta, con lo cual me ha sorprendido encontrarme a gusto viendo lo que puede convertirse en Private Practice. Esto demuestra nuevamente la calidad del personaje de la doctora Shepperd y su carisma, algo de lo que ya he hablado en varias ocasiones sí que no me repetiré.
Respecto a las historias que se pueden desarrollar en la nueva serie, no parece que los personajes estén del todo mal construidos, en apenas dos episodios hemos llegado a conocer su pasado reciente lo suficientemente bien como para saber que uno es monógamo en serie, otro un irresponsable que liga por internet sin pensar en las consecuencias, que hay un infiel arrepentdo, alguien que no ha superado una ruptura y alguien que busca romper con la perfección que siempre la ha acompañado y que no ha conseguido hacerla feliz.
Algunos comentarios en EE.UU. apuntan a que todo tiene un aire Melrose Place: todo muy light, muy surfero y muy encaminado a sentirse bien y tener buen aspecto, es lógico pensar que sea así ¡es Los Angeles! y probablemente sea perfectamente intencionado para alejarse en lo posible de esa imagen gris, lluviosa y de trabajo intensivo de Seattle.
Si finalmente van adelante con la primera temporada, es probable que no gane ningún EMMY pero creo que me gustará… por cierto, una lástima que desvelen el misterio del ascensor tan pronto.