El año pasado TVE anunciaba un concurso entre sus trabajadores para fomentar la creatividad y, sin duda, la motivación de estos. En el concurso, cualquier trabajador de la cadena podía presentar una idea de programa y, una vez concluido el plazo de presentación, optar a que su idea se trasladara a la pantalla, en una iniciativa a la que concurrieron más de 800 proyectos y que ojalá se llevara a cabo en todas las cadenas.
Lo que me preocupa del asunto son las ideas que han ganado el concurso y que finalmenente hemos visto ya y podremos seguir viendo en pantalla porque, pese a que no dudo que sean proyectos excelentes y bien armados, no tienen nada de novedosos ni arriesgados, algo que cabría esperar cuando te dan una oportunidad así. La culpa sin duda no la tienen los creadores de los programas elegidos, sino los responsables de elegirlos, por haberse decantado por propuestas tan correctas, poco arriesgadas y algunas ya vistas.
Pongamos un par de ejemplos, aunque la lista completa puede verse aquí: un programa de concienciación ecológica en el que se analiza una familia y sus hábitos en relación con el medio ambiente para, posteriormente, recibir el consejo de expertos sobre como cambiar estas costumbres para mejorar su impacto en la naturaleza. El programa lo podremos ver proximamente en La 2, pero que nadie espere la cabecera de ¡Qué Desperdicio! ni ver a Raquel Sanchez Silva porque, pese a que son idénticos, este no es el programa de Cuatro.
Este verano pudimos también ver La Revuelta, un espacio procedente de este concurso donde se seguía la Vuelta Ciclista a España y cuyo gancho era la realización de entrevistas cuando el primer corredor cruzaba la línea de meta y sin cortar la retransmisión para seguir la llegada del resto de ciclistas. En ese momento, comenzaba en un set especial de TVE este programa, que pretendía ofrecer otros puntos de vista de la prueba con entrevistas a corredores y directores, clasificaciones y repaso de la etapa. No pongo en duda la calidad del programa pero ¿para hacer una cosa como esta es necesario convocar un concurso?
La regulación de empleo llevada a cabo en TVE ha enviado a casa a numerosos profesionales de experiencia y años en el oficio, una gran pérdida que sólo puede ser vista de forma positiva si pensamos en las mentes frescas que dejan en su lugar y cómo estos pueden revolucionar una cadena clásica como la pública española. A la vista de los proyectos seleccionados, mucho me temo que los que se han quedado sólo servirán para ahorrarle unos cuantos millones al presupuesto pues la creatividad no parece estar entre las cualidades seleccionadas.
Vaya por delante que no critico los proyectos seleccionados, ni a sus creadores y, mucho menos, al talento general que no dudo habrá en TVE. Lo que critico es lo poco que se han atrevido en la dirección a la hora de seleccionar programas nuevos y rompedores, que demuestren todo el talento que hay oculto tras el rutinario trabajo de todos los días. A la vista de lo seleccionado, la próxima vez que se convoque un concurso de estas características, todos los candidatos recurrirán al proyecto clásico, conscientes de que sus posibilidades de verlo en pantalla son mucho mayores que dando rienda suelta a su creatividad.
Cuando yo trabaja para la industria convencional, la que tiene fábricas, teníamos claro que para mejorar la competitividad y la calidad del producto debíamos contar con la contribución de la creatividad de toda la plantilla. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, pues el reconocimiento a la participación es casi más importante que el resultado. No aparecen ideas geniales todos los días ni siquiera casi todos los años. Lo importante es que exista un canal para aportar ideas constante, que sean evaluadas con rigor y que sea reconocido el esfuerzo tanto de los elegidos (dinero, premios grandes) como los que no son elegidos. Al final es una dura tarea, porque el mayor error es escoger cosas para no decepcionar a la gente. Mi impresión es que la «masa» siempre te sorprende con su creatividad, pero requiere un caldo de cultivo alimentado. Al principio, todo el mundo propone ideas trilladas y quiere arreglar otras cosas que no son las que pides. Puede que haya una mezcla de todo.
Otra lectura es la de que los criterios de elección han ido para justificar la función pública de la televisión con programas para minorías sociales. Es decir, hacer una programación de «concienciación social». Y curiosamente con temas de interés electoral para el partido del gobierno, algo independiente de que sean buenos o malos programas, necesarios o innecesarios.
Yo creo que la red tiene más futuro para ese tipo de programación tan de nicho y micronicho y que debieran centrarse más en la innovación formal y estética, tiene más recorrido.