Esta temporada dos series exactamente iguales han aterrizado en las pantallas norteamericanas: se trata de Cashmere Mafia y Lipstick Jungle, ambas retratando la vida de tres poderosas mujeres empresarias de Nueva York. El parecido entre ambas series no podría ser mayor, las dos tienen una pandilla de mujeres poderosas como protagonistas, las dos se desarrollan en Nueva York, en las dos hay dos protagonistas casadas y otras más jóvenes que no lo están y en las dos son importantes los modelitos que lucen y las fiestas a las que asisten, así como la cantidad de tiempo libre que encuentran para tomar copas o cenar juntas .
Ninguna de las dos series es maravillosa, ni sorpresiva, ni con un guión fabuloso y desde luego ninguna de las dos es Sexo en Nueva York, como se ha querido insinuar, no sé si por parte de la crítica o de los propios estudios, pero cualquiera de las dos se deja ver una mañana de domingo, supongo que mejor si eres mujer y te gusta ver los horripilantes modelos supermodernos de Lucy Liu en Cashmere Mafia o la discreta elegancia de Brooke Shields en Lipstick Jungle.
De esta última por cierto hay disponibles dos primeros episodios, el Preair y el definitivo, donde podemos ver numerosos cambios de guión e incluso de decorado, en un divertido ejercicio de «encuentra las ocho diferencias» que muestra como algunos giros argumentales no pasan la criba del primer focus group, o como hasta un marido puede ser sustituido por otro más acorde con el propio cambio de cuarto de baño (muy recomendable).
Para terminar, una cosa que no dejaba de pensar cuando veía estas series, los motivos por los que en España no hay series de ricos y famosos ¿a qué se debe este hecho? Cualquiera de las protagonistas de Lipstick Jungle o Cashmere Mafia podría identificarse con montones de muejres empresarias o altas directivas de empresas españolas, sin embargo, el único intento que ha habido por hacer una serie de este estilo ha sido aquel horror de Ana Obregón, que afortunadamente la audiencia liquidó en unas pocas semanas (como dice Anita, es que era una serie adelantada a nuestro tiempo y por eso no triunfó, va a ser eso). ¿Es que solo sabemos hacer producto de clase media? Y que nadie me venga con el cuento de que es con lo que la gente se identifica mayoritariamente y por eso triunfa, porque no me vale ¿o acaso a la clase media no le gusta ver una buena serie de ricos?
A mi por ejemplo, me encanta ver lo rematadamente ricos que son los Darling en Dirty Sexy Money. Cuanto mas extravagantes son las cosas que hacen y cuanto mas elevada es la cantidad de dinero que necesitan para hacerlas, mas disfruto.