Anoche descubrí que mi nuevo descodificador de TDT lleva incorporados tres jueguecitos muy básicos: la serpiente, el tetris y el otelo. En un principio pensé que esto era una chorrada que no aportaba gran cosa pero, cuando te pones a jugar, la emisión del programa que estás viendo se mantiene en la parte de atrás del juego, que funciona sobre una base transparente y conserva el audio del canal. Visto así, parece una excelente manera de conservar al espectador durante las pausas publicitarias, entretenido con un juego tontorrón y pudiendo escuchar, e incluso entrever, la publicidad que el canal ofrece.

En este caso los juegos forman parte del software genérico del adaptador, pero es seguro que los propios canales pueden incorporar en su oferta juegos específicos que hagan más entretenida la espera en las largas pausas comerciales a las que nos tienen acostumbrados. Si esto se pone de moda, la competencia por tener el mejor juego podría ser tan feroz como la propia competencia entre programas.