Telecinco llega tarde y es que en la lucha por un puesto en el mando del televisor ahora lanzan una campaña en la que invitan al espectador a sintonizar en el número 7 lo que ahora conocemos como Telecinco 2 o Telecinco al cuadrado. Hace ya unos meses que Antena 3 hizo lo mismo para ubicar a Neox y Nova en los números 8 y 9 respectivamente, asumiendo de forma creo que muy inteligente, que el 7 estaría ocupado por los principales canales autonómicos.

Telecinco sin embargo apuesta por eliminar a los canales propios de las distintas autonomías, consciente también de que en muchos sitios donde los canales autonómicos llegaron antes que las privadas, estos ocupan el número 3 y todo lo que se pueda arañar a la audiencia, aunque sea con un truco tan simple como colocarte en un número bajito y accesible con un solo click del mando, será bienvenido. Para ello, utiliza una técnica tan agresiva como la de cambiar por completo su nombre y abrazar el número 7 como única imagen corporativa, eso si, con el mismo color y «pelotilla» que el cinco de Telecinco.

El principal problema de esta táctica de Telecinco no es que hayan tenido la ocurrencia cuando ya no quedaban números bajitos libres o que hayan optado por cambiarse de nombre para colocarse en un lugar ventajoso del mando, el problema principal es el contenido. La oferta de Neox y Nova es de las más elegidas por la audiencia, pero no porque estén en los números 8 y 9 del dial, sino por la oferta de contenidos distintos a la cadena «madre» y pese a la estrategia poco atractiva para el espectador de sincronizar sus cortes publicitarios. Telecinco sin embargo no compra ni produce contenidos nuevos para su canal TDT, optando por reemisiones de programas ya emitidos en otro momento o incluso en años anteriores, programas que ya se han visto y que no resultan atractivos para el espectador, ni el 7 del mando ni en el número 1 aunque lo pusieran.

Si toda esta campaña viene acompañada de nueva programación, la estrategia será bienvenida y seguro que su audiencia aumenta, aunque sea ligeramente, pues no debemos olvidar que los datos de share de las cadenas TDT son por el momento bastante insignificantes. Lo importante es ver la tendencia, lo que la gente demanda y cómo responde ante los cambios en las parrillas, para saber si realmente compensa gastar un dinero como el que hay que invertir para dotar a al TDT de contenidos o no merece la pena, porque se tienen los mismos resultados, o incluso mejores, con repeticiones de lo ya conocido, que todo puede ser y hay canales temáticos que viven o han vivido de ello.