Creo que alguna vez ya he mencionado esto pero, con motivo del abandono de Benjamín en El Aprendiz y las últimas expulsiones de Gran Hermano, me ha vuelto a la memoria y creo que es interesante recordarlo. Me estoy refiriendo, como dice el título, a la necesidad de tener un personaje odioso, o más bien odiable, en cada reality que busque el éxito.
Desde programas tan centrados en la personalidad de los concursantes como Gran Hermano o Supervivientes, hasta otros donde lo que debe primar es el talento de los concursantes como Fama o El Aprendiz, es fundamental para enganchar al espectador tener alguien a quién deseas ver fuera y los directores de casting lo saben, por eso vemos personajes como Nagore o el citado Benjamín.
Invertir el tiempo que dura el programa en odiar a uno de estos malvados personajes y desear que salga eliminado y humillado es la clave del éxito de un reality y conseguir que, semana a semana, estos personajes se matengan incomprensiblemente en el programa, pueden convertir una frustración del espectador en un programa de éxito. Su salida precipitada, sin embargo, puede dar al traste con un un buen formato y cargarse todo el interés del programa.
Pero claro, es que el programa debe ser mucho más que esto, por eso producciones como Gran Hermano son capaces de mantener el interés aún cuando los más odiados han sido ya eliminados, provocando situaciones de conflicto constante que generan nuevos villanos. Otros programas como El Aprendiz pierden gran parte de su interés cuando desaparece el objeto de nuestro odio, porque una vez eliminado, nos da lo mismo quién gana o pierde, pues el resto de concursantes carecen de la necesaria personalidad para mantener el programa a flote.
Quizá esta entrada, en lugar de alabar la suma importancia de un indeseable en cada reality, debería alabar la aún más importante labor de los directores de casting, profesionales en la sombra de cuyo trabajo en la preproducción del programa puede depender el éxito o fracaso de un formato a priori interesante.
Yo no odiaba a Benjamin, era el mejor del aprendiz!!! Se le echa de menos…