En Telecinco son los reyes de la polémica y, con ello, los del espectáculo televisivo: no se cuantas ediciones de Mira quién baila hubo en TVE pero, desde luego, ninguna tuvo, que yo sepa, un bailarín díscolo que lograra enfrentarse a los miembros del jurado, convirtiendo así el programa en mucho más que una competición de bailarines no profesionales.
Pero, el programa cambió de canal y, ahora en Telecinco, MQB arrastrará masas deseosas de ver qué ocurre con Belén Esteban, y además divididos en dos bandos ¿qué más se puede pedir a la televisión?
La colaboradora convertida en estrella hace tiempo que viene criando humos a marchas forzadas, empujada por unos compañeros de profesión y supuestos amigos que han encumbrado a un lugar que no merecía, si no fuera porque ha logrado hacer del victimismo un espectáculo televisivo tan exitoso como primitivo.
Ahora, todos veremos MQB (los que lo veamos) con un claro objetivo: ver como se salva la pobrecita e indefensa mujer a la que los profes tienen manía o aspirar a que la manden a paseo lo antes posible y, si es con una patada en el culo, mejor.
Ayer, un 18,5% de share.
Solo se me ocurre una palabra»VERGONZOSO»