Mientras en España nos hemos cansado de esperar que TVE estrene la tercera temporada de Los misterios de Laura (hoy me preguntaban si había planes reales de hacerla cuando lo cierto es que está terminada de grabar desde hace ya meses), la serie sigue viva en otros sitios, y no me refiero a las constantes reposiciones de TVE HD, sino a la cadena norteamericana NBC, que ha comprado los derechos de adaptación y ha dado luz verde a la producción de un piloto.
Esta historia de la inspectora Laura Lebrel, atosigada por la hiperactividad de sus gemelos, el encanto irresistible de su amigo y compañero Martín y el hecho de tener a su ex-marido como jefe, mientras resuelve asesinatos y misterios, siempre nos había parecido una copia patria de Se ha escrito un crimen, quizá por la afabilidad de sus protagonistas, el toque de humor subyacente en algunas de sus escenas y lo apto para todos los públicos de sus tramas y diálogos.
Incapaces de ver más allá de la referencia de Jessica Fletcher, han tenido que ser los extranjeros quienes hayan puesto en valor el trabajo de Javier Holgado y Carlos Vila, que ayer desayunaban entusiasmados con la publicación de la noticia y la lista de actrices candidatas (en la imaginación de cada cual) a interpretar el papel protagonista de lo que ya han calificado como «Mom detective drama» (Drama de una madre detective). Mientras tanto, recordemos, TVE sigue sin estrenar la tercera temporada.
La ficción norteamericana es y será siempre un referente y, aunque cada país tenga su propia industria audiovisual, sus idiosincrasias particulares capaces de conectar con el público local de maneras que nunca podrán hacer las series de millónes de dólares por episodio, no es menos cierto que últimamente vemos productos más fácilmente exportables en países pequeños que hasta ahora pasaban bastante desapercibidos para los intratables creadores norteamericanos.
No parece una opción trasladar estas series tal cual, colocarle unos subtítulos y aspirar a que se entiendan todos los pequeños detalles propios de la misma manera que desde fuera de EE.UU. interiorizamos la importancia de acción de gracias, de las fraternidades, el fútbol americana o el beer pong, y es por eso que hemos visto, sin ir más lejos, The Killing en lugar de Forbrydelsen (menos Marina, que ha visto las dos), disfrutando de un buen producto al que posiblemente no hubiéramos llegado de otro modo. No es solo que estemos más pendientes de lo que estrenan en EE.UU., es que los cambios que dan a la obra original son suficientes para convertir un buen producto en un producto global.
Por eso, cuando Los misterios de Laura, por el momento en proyecto piloto, lleguen a conformar una obra de 45 minutos aspirante a formar parte de la parrilla de NBC, junto con 30 Rock, Parks and Recreation o Parenthood, habrá tantos cambios en lo que nosotros conocemos que posiblemente nos parezca un sacrilegio. Puede que a sus creadores les duela un poquito, como a los padres que de pronto ven en sus hijos aspectos de su personalidad que no reconocen, solo porque ahora tienen nuevos amigos o un nuevo novio al que toca impresionar. Nuestras creaciones se hacen mayores, hay que dejarlas volar y confiar en que aquellos que las acompañan ahora sepan cuidarlas con el mismo cariño con el que nosotros lo hicimos durante años. Su triunfo será el nuestro.
Pues yo me tomaría con mucha, mucha tranquilidad el esperar a ver la versión en los USA. Que eso mismo se dijo ya en su momento, con la misma fanfarria, de «Los Serrano» o una versión en cine de «Torrente» y todavía estamos esperando. Me huele mas a serpiente de verano que a otra cosa.