Me llama la atención esta noticia que afirma que en La Sexta están pensando la forma de cambiar el partido de los sábados ante los resultados de audiencia que sus retransmisiones están dando, desde que se incluyera un partido más muchos de los domingos. Y es que parece ser que los resultados son mucho mejores en el partido del domingo a las 19h que en el del sábado a las 22h.

Ante estos números, tanto La Sexta como el FC Barcelona, uno de los equipos que tienen contrato con Mediapro para la retransmision de sus encuentros, se estarían planteando mover sus citas al domingo, espacio que ha conseguido sobrepasar en espectadores al encuentro del domingo sábado en cuatro de las cinco ocasiones que ha tenido lugar.

Es lógico pensar que tanto unos como otros estén interesados en tener la máxima audiencia, especialmente en el caso del fútbol que tiene un elevado coste económico, pero no podemos dejar de lado dos cuestiones veradaderamente importantes: por un lado, la más evidente de todas, cuando Mediapro se hizo con los derechos de retransmisión del partido de liga del sábado, ya sabía que era el sábado a las 22h, noche complicada en términos de consumo televisivo, aun así, lo compró. Por otro lado, quizá el problema principal de estas bajas audiencias no sea tanto la ubicación del partido en la parrilla, como los equipos que se enfrentan en dicho encuentro, puesto que la guerra del fútbol entre sogecable y MediaPro ha hecho que muchos de los más interesantes encuentros del sábado queden relegados al PPV en lugar de ofrecerse en abierto, como ocurría cuando no había división y eran las televisiones autonómicas las que ofrecían este partido. Basta ver el nombre de los equipos de los partidos de los domingos que tan buen resultado han dado, para comprobar que lo más probable es que sean los protagonistas los que arrastren a la audiencia y no necesariamente la hora y día de emisión del encuentro, algo que por otra parte también ayuda.

MediaPro ha comprado un juguete al que le faltan piezas y ahora está molesto porque no siempre dicho juguete funciona y quiere cambiar las piezas para poder seguir divirtiéndose. Quizás, si no hubiera sido un abusón que no dejaba jugar a sus amiguitos, ahora el juguete estaría completo y todos podríamos divertirnos en el parque.