Ya se ha emitido el segundo episodio de la temporada y Jericho sigue sin funcionar, perdidas del 16% de audiencia respecto al primer episodio y de hasta un 23% en el target comercial lo avalan. Cómo en el post anterior, nuevamente aquí podríamos volver a cuestionarnos la conveniencia de hacer caso a unos cuantos que hacen mucho ruido pero que luego no están realmente interesados en un producto. En el caso de Jericho, el fenómeno fan se movilizó tras el anuncio de su cancelación y logró que una gran cadena como la CBS prestara atención a lo que su audiencia pedía y mantuviera la serie en antena.
Tanto acérrimo seguidor sin embargo, no ha prestado el suficiente apoyo a la serie después como para permitir que la cadena la mantenga en emisión, pues no olvidemos que, por mucho que quiera escuchar a sus clientes, si no ingresa dinero por publicidad no tiene mucho futuro y si no hay dinero no hay cadena y sin cadena no hay series, ni buenas ni malas.
¿Qué ha pasado con Jericho? ¿Era realmente tan grande el fenómeno fan y por algún motivo se ha desinflado? ¿O es que queda probado que una serie con baja audiencia siempre será un fracaso a nivel de aceptación cuantitativa y una cadena que solo busca la rentabilidad por volúmen no debe ceder ante las presiones de pequeños grupos de clientes? Hay quién afirma que el problema principal ha sido un error en la estrategia de programación, pues se filtraron los primeros tres episodios a la red y la cadena no ha sabido reaccionar programándolos seguidos para contrarrestar el efecto, teoría con la que no estoy en absoluto de acuerdo porque, hasta el momento, este tipo de acciones solo ha generado beneficios para las cadenas, hasta el punto de que son ellas mismas las que simulan un filtrado accidental de sus episodios. Puede que el caso de Jericho sea diferente por tener un grupo de fans más reducido pero, aun así, dudo que esta acción haya perjudicado a la serie.
Algo parecido ocurre en España con 24, se mencionaba de hecho en los comentarios de una entrada de este blog, en una rápida conversación entre dos lectores. 24 es un serie que ha sido terriblemente maltratada por la cadena que la emitía en abierto: horas intempestivas, largos maratones de episodios, retiradas de la parrilla sin previo aviso y sin solución de continuidad. Los aficionados a la serie han puesto a Antena 3 a caer de un burro por este tratamiento, no sin razón a veces pero, mi experiencia en Fox me dice que allí, perfectamente bien tratada y con todas las excelencias de un canal de pago que cuida el producto, tampoco tenía la audiencia que merece. La diferencia es que Fox se podía permitir programarla como segunda serie del Prime Time sin sufrir un terrible batacazo en sus datos, algo que Antena 3 no puede hacer. ¿Por qué 24 no triunfa en España es algo para otra discusión, pero sin duda no es un problema de programación?
Tanto en el caso de 24 como en el de Jericho hay un grupo de fans muy movilizado en torno a su serie favorita que clama al cielo cada vez que esta sufre lo que consideran un maltrato pero ¿cómo van a atender las cadenas estas peticiones cuando están poniendo en peligro su rentabilidad? Que a cambio nos ponen series mucho peores o realities que no hay quién aguante, si claro pero ¿de quién es la responsabilidad de apoyar un buen producto televisivo? Pues creo que tanto de la cadena, que debe tener un poco más de paciencia, como del público que está al otro lado del televisor, que mucho decir que ve documentales pero luego sale pitando a ver a la folklórica de turno cuando le sacan los colores en algún programa del corazón.
¡Vaya, pues si que he terminado filosófica! Y yo que sólo iba a contar que Jericho tenía los días contados… si es que me lío, me lío.
Bueno, volvemos a lo de siempre: calidad vs. audiencia. Pero la «calidad» es un hecho puramente subjetivo, mientras que la audiencia es objetiva.
Que a mí 24 me parezca una serie extraordinaria no quiere decir que lo sea. Lo es para mí, pero si no lo es para más gente, no logrará audiencia.
Al final, en determinados corrillos nos pasamos la vida criticando que si las matrimoniadas, que si las tetas y el paraiso… pero eso es lo que ve la mayor parte de la gente.
Y tú lo has dicho: sin audicencia no hay publicidad, sin publicidad no hay cadenas, sin cadenas no hay series. Así que… la solución es que cada uno «demos soporte» a las series que nos gusten; aquéllas que ve más gente podrán financiarse a base de publicidad y ofrecerse de forma gratuita, mientras que las que vemos menos gente tendremos que financiarlas o a través de canales específicos, o a través de DVD’s o de lo que sea.
Eso sí, si seguimos empeñados en verlas «gratis» por telemula… mal futuro les espera a estas series.