Como los habituales ya sabréis, unos meses antes de Octubre estuve recopilando información sobre las tendencias en materia audiovisual que estaban haciendo avanzar el medio. Esa información dio como resultado un documento para el informe que Telefonica hace desde hace nueve años: La Sociedad de la información en España, que este año ha prestado especial atención a las tendencias en materia digital.
El documento completo será publicado en breve, por el momento os dejo con el resúmen que se ha hecho para el Informe y que podéis encontrar también aquí, junto las aportaciones en el resto de materias tratadas.
Audiovisual 2.0
Toma cada vez más importancia el contenido audiovisual en sí y no el dispositivo a través del cual se visualiza. Se produce el efecto de deslocalización, el consumo audiovisual ya no se realiza en exclusiva en el salón y en la televisión, sino que se traslada a otros dispositivos y a otras localizaciones (de hecho se puede acceder a los receptores de TV del hogar desde cualquier lugar desde el móvil o en un PC con soluciones especiales) y además el consumo se realiza cada vez más en combinación con otras tareas como navegar por la red, chatear por Internet o participar en foros. El consumo deja de ser exclusivamente familiar.
Por otro lado, los contenidos se desestructuran, los individuos componen sus parrillas individuales accediendo por ejemplo a los programas que ofrecen las propias cadenas de TV a través de Internet o viendo los contenidos grabados previamente en los discos duros de sus PCs o los que conectan a sus televisores.
En definitiva la industria de la televisión se enfrenta al cuestionamiento de sus modelos de negocio tradicionales de una manera que, no hay que esconder, podría llegar a ser dramática en caso de que las empresas tradicionales no supieran adaptarse, pero al mismo tiempo ofrece un panorama apasionante con posibilidades inimaginables hasta hace apenas unos pocos años. En este sentido, las cadenas de televisión se ven y se verán cada vez más obligadas a poner a disposición de los usuarios su programación y sus contenidos vía Internet, debiéndose además revisar en profundidad las actuales restricciones geográficas asociadas a la distribución de contenidos audiovisuales vía Internet.
Estos cambios están haciendo más libre al usuario, independizándolo de una plataforma, pero al mismo tiempo le exigen que administre su propio tiempo de ocio y construya su propia parrilla de programación. En este ámbito crece la importancia de las herramientas de recomendación y de prescripción, que apoyan todo este proceso mediante la creación de comunidades en torno a gustos similares, generando un efecto de tipo «boca a boca» que facilita esta autogestión. Herramientas como los blogs especializados y las plataformas de contenidos que integran la recomendación en el propio consumo son los vehículos que articulan esta tendencia cada vez más significativa.
En este escenario se abren nuevas posibilidades a los colectivos implicados. Por un lado, los creadores tienen la oportunidad de ofrecer sus contenidos sin tener que contar con un medio que les respalde y los distribuya. Por otro, los distribuidores de contenidos tienen ante sí el reto de adaptarse al entorno de la «long tail». Es decir, la gran cantidad de contenidos audiovisuales disponibles en la actualidad y las facilidades que ofrece la tecnología para distribuirlos (por ejemplo vía Internet) ofrece la oportunidad de acceder a muchos pequeños nichos de mercado, en los que se pueden obtener más beneficios que comercializando grandes productos estrella. Finalmente, los usuarios tienen ante sí una oferta audiovisual ingente, además de multicanal y multiplataforma, pudiendo en definitiva acceder a casi cualquier contenido audiovisual que haya sido producido en algún momento y que esté en su memoria.