Hace meses que se habla de la web en tiempo real como la tendencia más pujante en la internet actual pero, lo que muchos nunca imaginaron, es que esta tendencia afectaría a las retransmisiones de eventos en televisión hasta el punto de modificar la producción de las mismas.
Aquí en España solo recuerdo un programa que se haya emitido con retardo, la gala de los Goya, pero en EE.UU. se hace con frecuencia, tanto para hacer un programa más redondo desde el punto de vista formal, como para evitar sorpresas en el directo, especialmente después del «pezongate».
Hasta ahora, esto no era un problema: fueran cinco segundos o un minuto, retrasar una emisión en directo de un programa no afectaba demasiado a nadie, hasta que llegó Twitter y descalabró todos los planes de las cadenas. Porque hasta ahora, todo lo que en Twitter (o alguna otra herramienta de su estilo) aparecía de un evento era lo que algunos pocos iban comentando, mayoritariamente desde sus casas viendo la tele y con poca penetración. Ahora sin embargo, con la proliferación de dispositivos conectados a internet y la aceptación social de herramientas de actualización, hay tanta gente presente en todo tipo de eventos en directo conectados a su twitter o actualizando su facebook, que ya no se pueden emitir por televisión con retardo. Así lo ha comunicado la NBC de cara a la retransmisión de la próxima gala de los EMMY, que habitualmente llevaba siete segundos de retraso.
La televisión es el espejo de muchas cosas de la sociedad y es muchas veces la rúbrica al éxito de empresas y personas que, al llegar a la televisión, ven reconocido su éxito masivamente. Es lo que ha ocurrido con Twitter, que parece que se hizo ‘mainstream’ con la incorporación de Oprah y que ahora, eliminando la posibilidad de retransmitir eventos con siquiera un mínimo retardo ha confirmado el éxito de la web en tiempo real.
Errónea, terriblemente errónea.
En Estados Unidos es tradición emitir ciertos programas en diferido en la Costa Oeste, debido a la diferencia horaria. Cuando en el Este es de noche, horario de máxima audiencia, en el Oeste es mucho más temporano y la audiencia sería mucho más baja. Es por ello que hay cosas, como por ejemplo los Emmys, que se emiten con horas de retraso en la Costa Oeste, para que coincidan con el horario de máxima audiencia.
Es este retraso de horas entre una y otra emisión televisiva el que se ha vuelto absurdo con internet, las redes sociales, y el microblogging. No tiene absolutamente nada que ver con el retraso de unos pocos segundos entre los hechos y la emisión televisiva que se suele introducir en este tipo de eventos para poder censurarlos. Ese pequeño retraso, probablemente, seguirá existiendo.