Downton Abbey volvió a funcionar estupendamente anoche y, pese a ceder un par de puntos de share, lideró el prime time con un 15,2%. Una excelente noticia que reafirma la idea de la pasada semana de que los españoles también sabemos apreciar la calidad y tenemos paladares exquisitos. Eso sí, rogaría encarecidamente a Antena 3 que se abstuviera de poner avances llenitos de spoilers inmediatamente antes de la emisión de los episodios, una práctica que no comprendo y que solo sirve para estropear la experiencia de quién, en el momento de emitir dichos avances, ya es un espectador captado frente a la pantalla.
Tras el éxito de audiencia de la semana pasada, hemos visto anuncios de compras de nuevas series británicas, desde la renovada Arriba y Abajo, cuyas críticas no son especialmente buenas, a Sherlock, cuya compra anuncia también Antena 3 y que sí ha recibido estupendas palabras de quienes la han visto. Tras ellas, no son pocas las cosas que se han escrito de otras tantas series como Luther, Misfits, Outcasts, la ya veterana Skins o Come Fly with Me, recientemente estrenada en Canal +.
Me encanta que estas nuevas apuestas funcionen, que las cadenas se atrevan a renovar el fondo de armario con productos diferentes y ¿por qué no decirlo? con productos extranjeros, que siempre vienen bien para abrir nuestras mentes oxidadas en tiempos de crisis que nos impiden viajar y conocer otras culturas. Sin embargo, me da rabia esta manía de las televisiones de moverse por impulsos, de esperar a que un determinado formato triunfe para lanzarse en tropel a copiarlo, adaptarlo o comprar cosas parecidas únicamente porque una de ellas ha triunfado.
En el caso concreto de Downton Abbey no se trata de que de la noche a la mañana el público español quiera ver series británicas, no nos engañemos. Lo que ha ocurrido es que de la noche a la mañana nos han puesto ¡por fin! algo distinto. Algo que además viene avalado por un gran éxito de crítica, por unas expectativas altas muy reales y muy en la calle, algo que resulta estar cuidado y ser una serie de época de las que tantas veces hemos disfrutado en cine y televisión, una apuesta casi segura… y Maggies Smith, con el personaje secundario de diálogos más memorables de los últimos tiempos. Pero eso no quiere decir que si al terminar nos ponen Skins, vayan a arrastrar a la misma audiencia solo porque también es una serie británica.
Es estupendo que, como espectadores, podamos aprovechar la moda para ver más series de calidad, pero empresas de televisión con grandes presupuestos, con responsables de estrategia que ganan millones y departamentos de investigación que se pasan el día revisando formatos y productos, no deberían dar esta sensación de improvisación constante, por mucho que el resultado sea esperanzador. Aunque solo sea porque, con el mismo criterio, si Arriba y Abajo no funciona, meten todas las series británicas en el fondo de un cajón y no vuelven a sacarlas hasta que toque homenajear a Benny Hill.
Totalmente de acuerdo con el tema de los spoilers iniciales. Ayer me mosqueé bastante, la verdad. Pero todo se olvida cuando puedes ver el idioma original con subtítulos 😀