Como ya lamentaba en mi post de ayer, Canal Plus nos ha dejado para siempre y es así como a las ocho y media de la tarde asistía con cierta melancolía y frente al televisor a esta despedida. Por una parte, no pudo ser más acertada, con la emisión de un Informe Robinson dedicado a la selección española de fútbol y sus recientes éxitos, una pieza de televisión emocionante y por momentos épica, que nos dejaba con el alma en un puño, llenos de emoción, dispuestos a vivir a corazón abierto la despedida de un canal de televisión que nos acompañó durante 26 años de nuestras vidas. Pero nada de eso pasó.
El momento romántico de la despedida, el momento del recuerdo, de dar un último paseo por el canal y sus mejores instantes no ocurrió y de los créditos finales de Informe Robinson, se pasó directamente a la promo de bienvenida de #Cero. No puedo estar más decepcionada con quién tomó esta decisión, privándonos de un elemento clásico de la televisión, de un repaso necesario a la historia, de un momento para honrar y dar las gracias a los muchos profesionales que durante años hicieron de Canal Plus el prototipo de la televisión de calidad. Oportunidad perdida para honrar a tus predecesores, muy feo.
Tras la promo, arranca Likes, un programa para el ‘access prime-time’ que viene cargado de energía y con Raquel Sánchez Silva a la cabeza, en un registro hasta ahora poco conocido de ella, habitualmente dulce y muy en su sitio y que, sin embargo, aquí descubrió una fuerza, un puntito gamberro y una soltura en el directo para mí insólitos. Un pelín acelerada de más, pero definitivamente me gustó la energía.
No me gustó tanto la presencia de Mario Vaquerizo que, si bien me resulta un personaje simpático, reconozco que me satura rápidamente, motivo por el cual le veo un buen colaborador para un rato, pero no para estar presente a lo largo de toda una hora de programa, convirtiéndose por momentos en la estrella, en otros en el niño pesado que interrumpe sin parar y, en definitiva, el elemento cargante que termina por impregnar de su personalidad todo lo que toca.
Muchos colaboradores entrando y saliendo, con bastante soltura todos ellos, con secciones más o menos divertidas y con el sello inconfundible de 7 y acción, la productora de El Hormiguero que parece haber reciclado en Likes algunas de las secciones que en algún momento han pensado para el programa de Antena 3 y que, por un motivo u otro, han terminado descartando. Esto no es necesariamente malo, pero es cierto que el parecido es mucho, pero falta la estrella que de continuidad a todo el programa. Pese a todo, no han estado mal y, aunque un poco acelerados ellos también, la evolución se presenta favorable.
Dos problemas graves veo en esta propuesta: de una parte, el horario, incompatible con las distintas emisiones de informativos en las cadenas en abierto, una dificultad para reunir a una audiencia que tradicionalmente ha marcado sus ritmos de consumo en función de las citas para la información. Podemos pensar que la audiencia masiva no es uno de los objetivos del programa, algo que contrasta con el tipo de formato elegido para el estreno y que además estará presente a lo largo de toda la semana. Y esto nos conduce al siguiente problema, que no necesariamente lo es, y que tiene que ver, no solo con este formato concreto, también con el conjunto de la parrilla que se ha creado para el canal, convirtiéndolo en algo muy parecido a un generalista, algo de lo que Canal Plus siempre huyó, algo que sin duda le daba menos audiencia que una propuesta más genérica, pero que era la base de la calidad que se le presuponía a cualquier proyecto del canal.
Con Likes, arranca #Cero como si quisiera jugar en las grandes ligas, algo que tendría sentido en la mente empresarial del gran grupo al que pertenece y que estaría muy claro en la posición que han elegido para ubicar el canal, inmediatamente después de las principales cadenas generalistas. ¿Es esto a lo que aspira Movistar? ¿Ha nacido un nuevo canal generalista con un twist de calidad? A los más selectos del lugar no parece gustarles la idea, no les faltará razón, pues estamos necesitados de otro tipo de televisión, pero solo el tiempo nos dirá hacia donde se dirigen y cuanto quitan y ponen por el camino.