Vaya día movidito en la tele el de ayer, con notas de prensa que van y vienen desde las principales cadenas, cada una defendiendo sus lentejas.
De una parte Telecinco, haciendo lo que siempre hace cuando la cosa se pone fea: poner a sus empleados de escudos humanos, en este caso además, de forma innecesaria, porque el ataque sufrido por parte de Jaime del Burgo, marido de la hermana de la princesa Letizia, no deja de ser una pataleta de un señor con fácil acceso a publicar su carta en los medios. Conste que estoy en cierto modo de acuerdo con la petición de quienes, no siendo personajes públicos y no formando parte de la familia real, reclaman su derecho a la intimidad (aunque la justicia ya haya dictaminado que no lo tienen en la misma medida que otras personas), pero también creo que la mejor manera de que a uno lo dejen en paz es no dar motivos para estar en los papeles y menos creando polémicas que no hacen sino alimentar aquello que detestas. Ellos, los recién casados, se equivocan y los otros, Telecinco, se pasan tres pueblos defendiéndose y dándole mucha más importancia de la que tiene, como si realmente las palabras de este señor afectaran a los trabajos y medios de vida de sus empleados.
Ya hicieron lo mismo cuando el caso La Noria, pero en aquel momento el riesgo era real, había una campaña social importante que estaba afectando a sus ingresos y entiendo que se revolvieran como gato panza arriba con todo lo que tenían a su alcance, aunque no comparta el camino que tomaron. En este caso, creo que no es comparable y que el ataque de dignidad y defensa a ultranza de la empresa en general y de Paolo Vasile en particular, solo consiguen darle mayor relevancia a una crítica de parte que, de otro modo, habría pasado completamente desapercibida.
Y mientras tanto, la CNC aprueba la fusión de Antena 3 y La Sexta solo si se comprometen a cumplir una serie de requisitos que, analizados por ambas empresas, resultan ser inadmisibles, razón por la cual, por el momento no hay fusión efectiva y se seguirá defendiendo en los tribunales que correspondan el derecho a fusionarse de otra manera. Según dice la nota de prensa emitida por Antena 3, los requisitos para la fusión son mucho más estrictos que los que, en su momento, se pidieron a Telecinco y Cuatro, haciendo injusto e inviable el acuerdo, según ellos. Personalmente, no conozco los detalles en profundidad para hacer la comparación y no sé cómo de justo es que las medidas sean distintas para unos y para otros, aunque la lógica me diga que, a menor número de actores en un sector, mayor control de la competencia y por tanto peores condiciones para los que ven detrás, no sé si esto es justo en términos legales pero parece en cierto modo lógico.
Mientras se pelean por la fusión, en programación la cosa no les funciona del todo mal y ayer el estreno de Juego de Tronos conseguía, protegida sin cortes publicitarios, unos datos excelentes, logrando superar a Jorge Javier Vázquez y su Hay una cosa que te quiero decir, intención principal de la contienda, aunque me cueste imaginar a los espectadores de una pasándose a la otra. Tiendo más a pensar que el trasvase ha venido de Cuatro, que perdía audiencia en la segunda entrega de Imborrable y de alguna otra cadena más, porque la pelea directa, no la veo.
¿Quién dijo que el verano era aburrido?
Me parece muy injusto que la CNC fuera más laxa con Mediaset y ahora más estricta con Antena 3, imponiendo que la contratación publicitaria tiene que ser mediante dos empresas separadas (más costes para la empresa) y la eliminación de la pauta única (en esta medida si que estoy de acuerdo); parece que se utilizan distintas varas de medir para las fusiones en este país.